Nuestro Credo

Doctrinas de la Iglesia Cristiana Oasis de Vida, Inc.

Iglesia Cristiana Oasis de Vida, Inc. abraza las siguientes afirmaciones concernientes a la verdad.

Sabemos que Cristo es la cabeza de la Iglesia, y que la iglesia está bajo su mando y poderío. El Señor en su “Libro Sagrado” llamado: Biblia, nos dejó implantadas las ordenanzas, leyes y reglamentos que debemos seguir. No hay un libro mejor por el cual el cristiano debe guiarse como lo es “LA PALABRA DE DIOS”

    Cada organización o Iglesia necesita un reglamento local; donde desglose esa colección de órdenes leyes y mandamientos que la misma autoridad suprema nos las dejo para que las siguiéramos.

    La base fundamental de este reglamento es establecer y mantener la sana doctrina basada en la Palabra de Dios. En todo su contenido y no en enseñanza y opinión humana. Así que está claro que en este reglamento no encontrará usted doctrinas, ni mandamientos de hombres.

La Biblia es la palabra Santa, inspirada de Dios y es inerrante (libre de defectos). Es la palabra de Dios y su voluntad dada a nosotros en perfecta palabra y revelación, y es la única autoridad para vivir una vida en la voluntad de Dios.

(1 Timoteo 1:5; 2:5; 3:15-17, 2 Pedro 1:19-21, Gálatas 1:8, 9; 3:11, 24, 25, Apocalipsis. 22:18-19 4:9, Colosenses 2:16, Mateo 22:37-40, Santiago 2:8)

En OV, creemos...

La naturaleza de Dios se ve a través de las escrituras como el Dios Trino con muchas características, aunque consistente como un Dios verdadero y viviente, eterno, indivisible, de poder infinito, sabiduría y bondad. Él es el creador y preservador de todas las cosas visibles e invisibles. En esta deidad hay una Trinidad (3 partes) de una sustancia y poder, y coeterna, padre, el hijo y el Espíritu Santo.

(Génesis 1:1, Éxodo 3:14, Deuteronomio 6:4, Juan 8:58, 1 Timoteo 1:17, Mateo 28:19, 2 Corintios 13:14)

En OV, creemos...

Jesucristo es la segunda persona de la Trinidad, el Hijo Eterno y unigénito de Dios. La Biblia declara el nacimiento virginal de Jesús, su vida sin pecado, sus milagros, señales y maravillas, su muerte sustitutiva en la Cruz, su resurrección corporal de entre los muertos y, en última instancia, su exaltación a la mano derecha de Dios.

(Mateo 1:18-34, Hebreos 7:26, 1 Pedro 2:22, 1 Juan 3:4-5, hechos 1:9, 11; 2:22; 10:37-38, 2 Corintios 5:21, 1 Pedro 2:24, 1 Corintios 15:4, Mateo 28:1-6, Filipenses 2:9-11)

En OV, creemos...

El Espíritu Santo es un ser con el padre y el hijo. Él condena el pecado, la rectitud y el juicio. El espíritu dirige a los hombres en la comunión de la iglesia. Consuela, sostiene, capacita y santifica (hace Santos) a los fieles, y los guía a toda verdad. Los nueve frutos del espíritu son el subproducto de una vida llena de espíritu como se evidencia y conduce a una vida cristiana madura. Los dones del espíritu son diferentes manifestaciones del espíritu para edificar el cuerpo. Se nos instruye a buscar diligentemente los dones, pero deben ser ejercitados de manera ordenada en el contexto del amor.

(Juan 15:26-27; 14:16-17; 16:8-11, hechos 5:3-4, Gálatas 5:22-23, 1 Corintios 12:1-11; 12:31 – 14:1; 13:1-13)

En OV, creemos...

La iglesia tiene una misión de cinco veces: adorar a Dios como un estilo de vida y como un acto de adoración pública, para discipular a los creyentes, cultivándolos en su fe y conocimiento de las cosas de Dios, para compartir las buenas nuevas con los demás (evangelismo) llevando nuestra fe a nuestras familias , nuestras comunidades, nuestros lugares de trabajo y alrededor de la palabra, para integrarnos con otros a través de conversaciones, relaciones, eventos y actividades, y para impactar nuestro mundo sirviendo a los demás en el nombre de Dios.

(Mateo 22:36-37; 28:19-20, Juan 4:24, hechos 1:8; 2:42-47,

1 Corintios 12:12-27, Efesios 4:11-16)

En OV, creemos...

La caída del hombre, aunque fue creado a imagen de Dios, por un acto voluntario de la voluntad, Adán y Eva desobedecieron a Dios. Ese primer pecado tuvo varias repercusiones. El hombre fue expulsado del jardín del Edén, una maldición fue pronunciada, el proceso de muerte física comenzó, y el hombre murió espiritualmente. El pecado separó a la humanidad de Dios y dejó al hombre en una condición caída o pecaminosa en la cual el hombre desea el mal aparte de Dios.

(Génesis 2:26; 2:17; 3:6; 3:14-19; 3:23, Romanos 5:12-19, Efesios 2:11-18; 3:23)

En OV, creemos...

Salvación sólo llega por medio de Jesucristo. Quien Vivió una vida sin pecado, murió en una cruz pagando la culpa de la humanidad. Jesús nos ofrece a cada uno de nosotros un perdón por nuestros pecados y su deseo es que seamos hijos de Dios. Cuando ponemos nuestra fe en Cristo, El viene a tomar el control de nuestras vidas. Nos convertimos en nuevas criaturas transformándonos a la imagen de Cristo, nos convertimos en el templo del Espíritu Santo, nuestros nombres están escritos en el libro de la vida del cordero, nos convertimos en ciudadanos del cielo, se nos da la vida eterna, somos adoptados y nos convertimos en hijos de Dios , nuestros pecados se perdonan y se olvidan, se nos atribuye la justicia de Cristo, nacemos-de nuevo, Dios toma posesión de nosotros, y recibimos una herencia eterna como coherederos de Jesucristo.

(Hechos 4:12, Juan 1:12; 3:3; 3:16; 14:6, 1 Pedro 2:24; 3:5, Hebreos 8:12; 9:26, 1 Corintios 6:19-20, Apocalipsis 3:5, Filipenses 3:20-21, Gálatas 4:4-7; 5:22-23, Romanos 4:4-5, Efesios 1:13-14, 2 Corintios 3:18; 5:17)

En OV, creemos...

Las Ordenanzas o los sacramentos, ordenados por Cristo, no son sólo promesas y símbolos de la profesión del cristiano, sino que también son signos del amor y la gracia de Dios hacia nosotros, por el cual él trabaja de manera invisible en nosotros, acelerando, fortaleciendo y confirmando nuestra fe en él. Cristo ordena dos sacramentos: el bautismo y la comunión.

La escritura enseña que el bautismo es para todos los que se arrepienten y creen en Cristo, y que deben ser bautizados con agua. El bautismo es una profesión pública de fe en Cristo. Es simbólico de la muerte y resurrección de Cristo. Es una declaración al mundo que hemos muerto al pecado y hemos sido criados con Cristo para caminar en la novedad de la vida.

La comunión o la cena del Señor es una representación simbólica de nuestra redención, un Memorial de los sufrimientos y la muerte de Cristo, y una muestra de amor y Unión, que los cristianos tienen con Cristo y entre sí.

(Mateo 28:19-20, hechos 2:38-41; 8:36-39; 16:30-33, Lucas 22:19-22, 1 Corintios 11:23-29, Romanos 6:4)

En OV, creemos...

En la Esperanza bienaventurada de la iglesia: es el regreso glorioso de Cristo por su iglesia donde se encontrará con ella en las nubes. Cumpliendo así su promesa que será (la iglesia) librada de la hora de la prueba que vendrá sobre el mundo entero.

(Hechos 1:9-11, 1 Tesalonicenses 4:15-18, I Corintios 15:50-52, Apoc. 3:10, Tito 2:11-13)

En OV, creemos...

Juicio final será un juicio en el que los otros muertos, serán resucitados y juzgados de acuerdo con sus obras. Todo aquel cuyo nombre no se encuentre escrito en el libro de la vida, serán enviados al castigo eterno en el lago de fuego. 

(Mateo 25:31-46, 1 Corintios 4:5 Romanos 2:1-9, Apocalipsis 20:11-15)

En OV, creemos...

Sanidad Divina

1. La enfermedad y la muerte han descendido sobre la familia humana debido al pecado. "De consiguiente, vino la reconciliación por uno, por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron." Rm. _5:12.

2.         Ni la enfermedad ni la muerte son bendiciones sino maldiciones permitidas por Dios sobre el hombre a consecuencia del pecado y la desobediencia. "Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oídos a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de la que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu Sanador." Ex._15:26. (Véase también Dt._28:15-68.

3.         No es Dios, sino el diablo, el autor de la enfermedad y la muerte, más Dios es el Autor y Dador de la vida y la salud, y el Señor Jesús vino para destruir las obras del diablo. Esto queda demostrado en el libro de Job y en otros muchos pasajes bíblicos. Por ejemplo: "Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él." Hechos 10:38